Todos somos humanos y todos nos equivocamos. Incluso a veces podemos equivocarnos a la hora de catalogar los errores laborales de nuestros empleados. El grado de las faltas cometidas por los empleados de la restauración a veces es difícil de diferenciar, sobre todo si por circunstancias particulares estamos ante una negligencia en lugar de una falta sancionable. En este caso, el despido puede ser impugnado ante los tribunales laborales. De ahí la importancia de determinar correctamente la gravedad real de la falta y cómo reaccionar en tal situación.
En la restauración, como en todos los sectores, existen 3 grados de faltas profesionales. Aquí están de la menos a la más grave:
🟠 La falta leve: es consecuencia de una negligencia del empleado. No obliga al empleador a despedirlo, pero sigue siendo una posibilidad. Generalmente, esta falta va seguida de una sanción (advertencia, amonestación o suspensión temporal).
🔴 La falta grave: en este caso, el empleado ha cometido un hecho o hechos incompatibles con su profesión y/o con la ley (como detallaremos a continuación), cuya gravedad provoca automáticamente la ruptura de su contrato, sin indemnización por despido ni indemnización compensatoria.
🟣 La falta muy grave: es el nivel superior de la falta grave porque el empleado ha querido perjudicar deliberadamente a la empresa: bloqueo del lugar, violencia contra sus superiores, divulgación de información, desvío de la clientela, etc.
Existen tantas faltas como personas (si no más), por lo que elaborar una lista exhaustiva de ellas sería misión imposible. Sin embargo, en restauración, hemos identificado (y sin la ayuda de Tom Cruise) algunos hechos claramente contrarios a las normas pueden conllevar el despido de un empleado.
Un empleado en sala o cocina que multiplica las ausencias injustificadas debe llamar tu atención. Sin justificación médica ni hechos claramente establecidos, tienes derecho a solicitar explicaciones de este absentismo. Y, si estas están tan ausentes como el empleado, pueden provocar un despido por falta grave.
Es más, un abandono de puesto sin motivo válido es una falta grave porque pone en peligro el trabajo de al menos un servicio.
Sustraer comida o ingredientes de los almacenes (o en el peor de los casos botellas de vino caras), es a la vez un delito y una falta grave. Sin embargo, es importante dialogar con el empleado para saber si su situación personal lo ha llevado a este extremo – salvo en el último ejemplo.
El empleado de un restaurante que no respete las órdenes de sus superiores, cuando estas corresponden exactamente a su función y a su contrato de trabajo, se encuentra en situación de insubordinación. La falta grave es entonces evidente.
Es obvio, pero el consumo de estupefacientes o productos que impiden el ejercicio profesional son causas de falta grave.
Este tema ha estado en el punto de mira en muchos sectores, especialmente el sector de la restauración, que no iba a ser una excepción. Por supuesto, es necesario que los hechos estén suficientemente respaldados para que la falta grave o muy grave quede establecida y el despido se ejecute.
Después de haber comprobado la autenticidad de la falta, hay que iniciar el procedimiento de despido por falta grave o muy grave, con salida inmediata y sin indemnización. El procedimiento debe iniciarse en un plazo máximo de 2 meses después de la constatación de la falta, salvo en caso de acto delictivo, que elimina este plazo. Lo recomendable es consultar con su abogado para saber cómo proceder en cada caso particular.
El uso de un software de planificación para hoteles, restaurantes, cafeterías, etc., puede ayudarle a mejorar la relación de confianza con tus empleados. Más allá de las normas, en contextos de desorganización y falta de comunicación el malestar en el equipo puede llevar a una falta de conexión y fidelidad con la empresa, favoreciendo la aparición de faltas y/o negligencias.
Skello no solo es una solución para optimizar la operativa diaria, planificar turnos y controlar horarios, también una herramienta para cuidar los equipos. A través de la plataforma los empleados pueden conocer sus horarios de trabajo y descansos con antelación y solicitar vacaciones y ausencias en función de sus necesidades de conciliación. Esto refuerza el vínculo con la empresa, aumenta la confianza y disminuyen esas tensiones que pueden derivar en incumplimientos o faltas.
Mejor prevenir que sancionar, no esperes a que se cometa la falta.