
¿Estás pensando en un trabajo a tiempo parcial o necesitas contratar personal bajo este tipo de contrato? Los empleos a tiempo parcial pueden ofrecer un equilibrio ideal entre la vida laboral y personal, pero también surgen dudas sobre aspectos clave como el salario, las horas de trabajo y posibles desafíos. En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber.
Un contrato de trabajo a tiempo parcial se refiere a un empleo cuya jornada laboral es inferior a la jornada laboral legal vigente en el convenio de la empresa. Generalmente fijado en 40 horas semanales, aunque hay empresas que lo fijan a 37,5–39 horas. Esta jornada puede variar según el sector de actividad o los convenios colectivos.
No existe un mínimo de horas semanales obligatorio general para que un contrato de trabajo a tiempo parcial, de hecho. Un contrato es a tiempo parcial si la jornada es inferior a la de un trabajador a tiempo completo comparable. Lo importante es que estas horas se especifiquen de forma concreta en el contrato.
Sin embargo, hay un mínimo que sí es relevante para un aspecto concreto:
La legislación española (Estatuto de los Trabajadores) establece un mínimo de horas si la empresa quiere pactar la realización de horas complementarias. Estas son las horas que se trabajan por encima de la jornada ordinaria pactada en el contrato, pero sin alcanzar la jornada completa.
Para que una empresa pueda pactar la realización de horas complementarias, el contrato de trabajo a tiempo parcial debe ser con una jornada de trabajo no inferior a 10 horas semanales en cómputo anual.
Un contrato a tiempo parcial puede variar desde una hora semanal hasta las 39 horas semanales (o la hora inmediatamente anterior a la jornada completa de la empresa).
Es posible tener varios empleos a tiempo parcial o completo (pluriempleo), siempre y cuando el primer contrato no contenga un Pacto de Plena Dedicación (o un Pacto de No Concurrencia durante la relación laboral) debidamente pactado y retribuido. En este caso, se aplican las normas de descanso: el total de horas trabajadas en todos sus empleos debe permitir que el trabajador cumpla con el descanso mínimo de 12 horas entre el final de una jornada y el inicio de la siguiente.
Para un contrato de trabajo a tiempo parcial el cálculo de las horas mensuales trabajas es sencillo y está estandarizado. Se multiplican las horas semanales por el número de semanas del año y se divide el resultado entre 12 meses. Por ejemplo para una jornada parcial de 30 horas semanales quedaría así: 30 horas × 52 semanas ÷ 12 meses = 130 horas al mes.
Este cálculo proporciona un salario base mensual estable, independientemente del número de semanas que tenga cada mes. Este método de estabilización evita fluctuaciones salariales mensuales y simplifica la gestión administrativa tanto para el empleador como para el empleado.
En ocasiones, es necesario expresar las horas de trabajo a tiempo parcial como un porcentaje, sobre todo para el prorrateo de las prestaciones. Para ello, divide las horas a tiempo parcial entre la jornada laboral legal de tu organización y multiplica el resultado por 100.
Un contrato de 30 horas semanales en una empresa donde la jornada laboral legal es de 40 horas representa: 30 ÷ 40 × 100 = 75, redondeado al 75%.
Por el contrario, si el turno debe cubrir el 70 % de una jornada laboral legal y quieres saber a cuántas horas semanales equivale, el cálculo sería: 40 ÷ 100 × 70 = 28 horas por semana.
En España, la ley establece que todos los trabajadores deben recibir al menos el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Este se aplica de forma horaria y no varía en función de las horas semanales trabajadas (siempre que se esté por debajo de la jornada completa).
Por lo tanto, la remuneración mínima total de un trabajador a tiempo parcial es directamente proporcional a las horas que realiza.
Para determinar el salario bruto mensual de un trabajo a tiempo parcial, primero debemos calcular el número de horas que el trabajador realiza de media cada mes (jornada mensualizada), que es lo que hemos visto en el apartado “cálculo de horas mensuales” y luego aplicar el SMI por hora.
Para calcular el SMI por hora, multiplicamos las horas mensuales por la tarifa mínima por hora y obtenemos el Salario Mínimo Bruto Mensual (en 12 pagas):
Conclusión: Un contrato de 30 horas semanales tiene un salario mínimo legal de 1.203,80 € brutos al mes en 2025.
Consideraciones Adicionales a tener en cuenta:
El cálculo del salario neto a partir del salario bruto se realiza tras deducir las cotizaciones a la seguridad social y tras deducir el IRPF. La variación en las cotizaciones y el IRPF para un trabajo a tiempo parcial no depende de si el contrato es indefinido o temporal, sino de las horas trabajadas y las bases de cotización.
Las cotizaciones a la Seguridad Social representan una deducción fija de aproximadamente el 6,4% del salario bruto para un empleado con contrato a tiempo parcial indefinido. La retención del IRPF, por su parte, es la que causa mayor variación, ya que depende totalmente de las circunstancias personales del trabajador (estado civil, número de hijos, etc.).
Para un salario mínimo de 30 horas (equivalente a 1.203,80 € brutos al mes), la retención de IRPF es a menudo 0% o muy baja (cercana al 1,9% para solteros sin hijos), dado que está muy cerca de los mínimos exentos. El cálculo aproximado del salario neto es:
Esta cantidad puede variar ligeramente en función de las circunstancias personales del trabajador, que son las que determinan la retención del IRPF. Las cotizaciones financian su protección social: seguro médico, jubilación, prestaciones por desempleo y ayudas familiares.
Los empleados a tiempo parcial tienen los mismos derechos a vacaciones pagadas que los empleados a tiempo completo: 2,5 días naturales por mes trabajado, o un mínimo de 30 días naturales al año. Esto se traduce en:
Estas vacaciones no se prorratean en función de las horas trabajadas. Por lo tanto, un empleado con trabajo a tiempo parcial tiene derecho al mismo número de días de vacaciones que un empleado a tiempo completo.
Para los días festivos, el principio es el mismo: si un día festivo oficial coincide con un día que estaba programado como laborable habitual en su contrato, tiene derecho a que le sea retribuido y no recuperable. Si su empresa está cerrada ese día, no sufrirá ninguna pérdida salarial. Este principio se aplica a todos los festivos por igual, sin distinción.
La protección social (Seguridad Social) sigue siendo integral incluso si se trabaja a tiempo parcial. El hecho de cotizar a la Seguridad Social en proporción al salario significa que se tiene acceso pleno a todos los servicios del sistema, como la asistencia sanitaria, en las mismas condiciones que un trabajador a tiempo completo.
Además, la cotización genera derechos para las principales prestaciones económicas: jubilación, desempleo y baja por incapacidad temporal (IT) (derivada de enfermedad común o accidente laboral). Los derechos se mantienen; la única diferencia es que el importe de las prestaciones se calculará en proporción al salario cotizado.
Las bonificaciones y prestaciones se conceden a los empleados a tiempo parcial según el principio de no discriminación. Por regla general, la paga extra de Navidad, las bonificaciones por antigüedad y demás prestaciones salariales se calculan proporcionalmente a las horas trabajadas.
Si trabaja el 75% de la jornada completa (30 horas/40 horas), recibirá el 75% del importe de estas prestaciones.
Ciertas prestaciones no salariales, como los Vales de Comida, suelen concederse por día de asistencia al puesto de trabajo y no siempre se prorratean en función de la duración de la jornada. Los planes de participación en los beneficios y de propiedad de acciones para empleados también se rigen por esta regla de prorrateo.
Los empleados con contrato de trabajo a tiempo parcial, por definición, trabajan menos que la jornada máxima legal de 40 horas y, por tanto, no generan derecho a días adicionales por reducción de jornada.
Las horas trabajadas por encima de la jornada pactada en el contrato a tiempo parcial se denominan Horas Complementarias, y están fuertemente reguladas:
Importante: Un contrato a tiempo parcial no puede, por norma general, realizar horas extraordinarias (es decir, trabajar por encima de las 40 horas semanales), salvo en casos de fuerza mayor.
Las horas de trabajo de un empleado a tiempo parcial deben estar claramente especificadas en su contrato laboral, incluyendo su distribución semanal, mensual o anual. Esta obligación de transparencia protege al empleado frente a cambios arbitrarios y le permite organizar su vida personal.
Como hemos comentado, el contrato puede incluir un Pacto de Horas Complementarias que permita al empleador solicitar horas adicionales hasta un límite legal (75% de la jornada). Sin embargo, incluso con este pacto:
Sin un Pacto de Horas Complementarias o para cualquier otro cambio que afecte significativamente la distribución original de la jornada, el empleador no puede modificar unilateralmente el horario. Este tipo de cambio se considera una Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo (MSCT) y requiere un procedimiento legal formal con justificación y un preaviso mínimo de 15 días.
Si el contrato incluye un Pacto de Horas Complementarias, el empleador debe informar al trabajador de cualquier solicitud de horas con al menos tres días naturales de antelación. La negativa del trabajador solo se considerará legítima si: no se respeta el preaviso mínimo, tiene obligaciones familiares o necesidades formativas justificadas, o si se exceden los límites de horas estipuladas en el pacto.
Sin un Pacto de Horas Complementarias en el contrato, cualquier cambio que altere significativamente el horario requiere el consentimiento expreso del trabajador. Un cambio unilateral por parte del empleador sería una Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo (MSCT). La negativa por parte del trabajador a un cambio injustificado o no comunicado correctamente no puede considerarse motivo de despido disciplinario, garantizando así la estabilidad de tu vida personal y familiar.
Un horario de trabajo a tiempo parcial ofrece un atractivo equilibrio entre la vida laboral y personal, dando más tiempo libre para proyectos personales, familia o formación al empleado. El estrés laboral generalmente disminuye, mejorando la calidad de vida.
La principal desventaja es la reducción salarial, la cual es directamente proporcional a las horas que el trabajador deja de trabajar. Por ejemplo, si trabaja el 75% de la jornada completa, pierde el 25% de los ingresos. Aunque la cuantía de su futura pensión será inferior (debido a la menor base de cotización), los períodos cotizados a tiempo parcial se computan como si fueran a tiempo completo para calcular los años necesarios para la jubilación. El ascenso profesional también puede verse dificultado en algunas empresas donde se valora la disponibilidad constante.
Los empleadores valoran la flexibilidad que ofrece el trabajo a tiempo parcial para optimizar su organización. Esta modalidad les permite adaptar la nómina a las necesidades reales del negocio y facilita la retención de empleados que buscan un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.
Sin embargo, la gestión se vuelve más compleja: múltiples horarios, coordinación de equipos mixtos (a tiempo completo y parcial) y formación que a veces requiere más tiempo. La comunicación interna también exige una organización rigurosa para garantizar que todos los empleados estén informados, independientemente de su ubicación. Con Skello, puedes simplificar la planificación horaria y coordinación de tu equipo, gestionando horarios y comunicación de manera eficiente.
Para pasar de un trabajo a tiempo completo a uno a tiempo parcial, el empleado debe preparar su solicitud con atención. Una buena forma de hacerlo es destacando los beneficios para la empresa: reducción de costes salariales, retención del empleado y mayor motivación. Se puede proponer un plan concreto que demuestre cómo podrá realizar su trabajo con eficacia a pesar de la reducción de jornada.
Anticiparse a posibles objeciones es aconsejable: disponibilidad para reuniones, intercambio de información y gestión de emergencias. Ofrecer soluciones prácticas como un horario fijo de disponibilidad o un sistema de comunicación adecuado, es esencial. El momento de la solicitud también es importante, es importante evitar días con picos de trabajo.
Para pasar a un trabajo a tiempo parcial, es necesario formalizar una novación del contrato laboral, es decir una modificación, especificando la nueva jornada semanal, el horario y la fecha de entrada en vigor. El plazo de preaviso para la empresa se debe pactar entre las partes, ya que la ley no establece un plazo fijo para esta solicitud.
Una vez firmada la modificación, el empleador deberá realizar las declaraciones necesarias ante la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) para ajustar las bases de cotización. La nómina del empleado se modificará para reflejar la nueva jornada laboral mensual (por ejemplo, 130 horas para una jornada de 30h semanales) en lugar de las 166,67 horas de la jornada completa.
Trabajar a tiempo parcial tiene un impacto principal en la cuantía de la pensión, ya que la base de cotización es inferior (por ejemplo, al 75% si trabaja 30 horas) y, por lo tanto, la pensión final se verá reducida proporcionalmente.
Sin embargo, los años cotizados ya no se penalizan. Gracias a la legislación actual, cada día trabajado a tiempo parcial cuenta como un día completo cotizado a efectos de calcular el periodo mínimo necesario para acceder a la pensión de jubilación, eliminando la penalización que existía anteriormente.
Si el empleado pierde su empleo, su prestación por desempleo (paro) se calcula en función de la base de cotización de los últimos 180 días (6 meses). El importe de la prestación será proporcional al salario anterior, ya que se calcula como el 70% de la base reguladora durante los primeros 180 días.
También puede compatibilizar la prestación por desempleo con el trabajo a tiempo parcial. Con un trabajo a tiempo parcial, la prestación del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se reducirá en proporción a las horas que trabaje, permitiendo al trabajador tener un ingreso combinado y facilitando su reincorporación gradual al trabajo.
Sí, el cambio en el horario laboral es una Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo (MSCT) que, si es significativa, requiere el consentimiento del trabajador. Puede negarse sin que esto se considere una falta grave, pero si el empleador justifica la MSCT legalmente y el empleado la rechaza, el trabajador puede optar por extinguir su contrato con derecho a indemnización.
Sí, se puede tener varios trabajos a tiempo parcial (pluriempleo) siempre que no exista un Pacto de Plena Dedicación en tu contrato. La ley no establece un límite máximo de horas semanales o diarias para la suma de empleos. Sin embargo, se debe respetar el periodo de descanso obligatorio de 12 horas entre el final de una jornada y el inicio de la siguiente.
Las vacaciones pagadas no se prorratean en días: el trabajador tiene derecho al mismo número de días que un empleado a tiempo completo (mínimo de 30 días naturales o 22 días laborables al año). Durante las vacaciones, recibirá su salario habitual (calculado sobre su jornada parcial), sin reducción alguna.
No. Las horas trabajadas por encima de la jornada se denominan Horas Complementarias, no horas extras. Estas están limitadas a un máximo del 30% de tus horas ordinarias (ampliable hasta el 60% por convenio) y se pagan al mismo precio que la hora ordinaria, sin ningún recargo legal obligatorio.
Gestionar contratos a tiempo parcial exige rigor y precisión para cumplir con la legislación y garantizar la equidad entre los empleados. Calcular las horas, gestionar los horarios y respetar los límites legales de jornada laboral puede resultar complejo al gestionar varios horarios de trabajo.
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